Obligaciones de los Productores desde el 1 de enero de 2025 según el Real Decreto de Envases y Residuos de Envases

24 Jun 2025

El Real Decreto 1055/2022, impulsado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, introduce una serie de obligaciones que buscan mejorar la sostenibilidad de los envases y la gestión de sus residuos. Desde el 1 de enero de 2025, las empresas envasadoras deben cumplir con normativas específicas que afectan a la gestión de residuos de modo importante y suponen una carga económica y burocrática adicional. Estas son las principales obligaciones:

  1. Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) para envases industriales y comerciales

Desde este año 2025, los productores están obligados a asumir la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) para los envases industriales y comerciales. Esto implica que las empresas envasadoras deben organizar y financiar la gestión de los residuos generados por sus envases una vez que hayan cumplido su función.

Para ello, las empresas que no puedan gestionar individualmente los residuos de los envases que emplean, deben participar en un Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP), que garantiza la recogida, tratamiento y reciclaje de estos residuos en los puntos donde se utilicen los productos. Este sistema quiere asegurar que los envases tengan un destino adecuado, contribuyendo a la economía circular. Sin embargo, se han producido retrasos en las autorizaciones de los SCRAP, y a fecha de hoy son pocas los que cuentan con una autorización definitiva.

  1. Inscripción en el Registro de Productores de Producto (RPP)

Las empresas productoras deben inscribirse en el Registro de Productores de Producto (RPP), gestionado por el Ministerio para la Transición Ecológica. Durante este proceso, deberán declarar las tipologías, materiales y formatos de los envases que ponen en el mercado y actualizar esta información anualmente. Esta medida burocrática permite a las autoridades establecer un control sobre las empresas y su actividad.

  1. Inclusión del número de Productor de Producto y detalles económicos en las facturas

El número de registro asignado por el RPP debe figurar en todas las facturas de productos envasados emitidas a clientes. Además, es obligatorio incluir:

  • La cantidad económica aportada al SCRAP por los envases incluidos en cada factura.
  • El número de registro de la empresa en el RPP.

Este requisito obliga a una adaptación de los sistemas informáticos para el que muchas empresas aún no están preparadas y supone un coste añadido que resulta especialmente oneroso para las pequeñas empresas.

  1. Planes de ecodiseño para grandes productores de envases

El Real Decreto introduce la obligación de elaborar planes de ecodiseño para aquellos productores que pongan en el mercado una determinada cantidad anual de envases, medida en peso. Estos planes tienen como objetivo optimizar el diseño de los envases para reducir el impacto ambiental, promoviendo la utilización de materiales reciclables, el uso eficiente de recursos y la reducción de residuos.

Los planes de ecodiseño deben incluir:

  • Acciones para minimizar el uso de materiales en los envases.
  • Estrategias para aumentar la reciclabilidad y la reutilización de los envases.
  • Objetivos específicos de mejora a medio y largo plazo.

Esta obligación afecta especialmente a las empresas con mayores volúmenes de envases en el mercado, incentivando a los grandes productores a liderar iniciativas de sostenibilidad.

Aunque la idea de optimizar los envases para reducir su impacto ambiental es positiva, muchas empresas critican la falta de orientación clara por parte de la administración sobre cómo deben estructurarse estos planes y qué criterios se evaluarán.

Además, implementar mejoras de ecodiseño puede resultar costoso, especialmente para las industrias que trabajan con materiales especializados o productos con estrictos requisitos técnicos.

Buenas Intenciones y costes adicionales.

Aunque el Real Decreto 1055/2022 busca avanzar hacia un modelo más sostenible, no se puede ignorar el coste que supone para las empresas. La combinación de retrasos en la implementación de los SCRAP, el aumento de la burocracia, la carga administrativa y el nivel de control han generado críticas en el sector empresarial.

Las pymes, en particular, se enfrentan a desafíos significativos, ya que carecen de los recursos necesarios para afrontar estas obligaciones con la misma agilidad que las grandes corporaciones